miércoles, 18 de enero de 2012

MAESTRA ESTHER...POR SIEMPRE


Madre, Maestra, Cronista, historiadora por siempre...

Esther María Quijada de González,  brotada de la tierra gracitana, de sus Hatos queridos, con la prestancia de las venecianas y que desde niña por esos “Caminos de Los hatos”, empezó a trazarse lo que es una ejemplarizante vida, como hija, como amiga, como esposa, como madre, como maestra, como, historiadora, escritora y cronista, apegada a la defensa de la idiosincrasia y la historicidad de nuestra Margariteñidad, y que con el tiempo  por su trabajo diario, sinónimo de integridad, tesón y superación, se convirtió en una representante genuina de la espartanidad. Su constante indagación le permitió resaltar la historia bien entendida, como memoria social, y amparada en lo local, constituye un ejemplo en lo que respecta a la realización de trabajos propios de investigación y análisis para la formación y divulgación de nuestras raíces, de lo nuestro, de lo local que nutre permanentemente la historia que hace grande a los pueblos. La Maestra Esther, como cariñosamente la conocimos fue una brisa impregnada de deseos, que brotó de un corazón henchido de amor por sus semejantes, y sirvió de llave para abrir las puertas de su alma buena, de donde emergió siempre la luz de esperanza a quienes tuvimos la dicha de acercársele, todo esto demostrado a través de una vida dedicada al servicio, con el ejemplo y la tenacidad de quien, está pendiente mas de los otros, que de los suyos. Como hija, un legado de ternura y orgullo para su familia. Como esposa y madre, fue y será por siempre la reina de su hogar, con un amor puesto a prueba y un animoso aliento de esperanzas y fuerzas, para afrontar todos los obstáculos y superarlos. Como amiga, fue una mano abierta a la entrega de todos, un legado de Dios para hacer la carga más ligera, que ilumina nuestro andar en  el camino de la vida. Como maestra, después de servir durante 27 años en esta profesión, nunca dejo de serlo, pues jamás le dio la espalda a quienes de una u otra   manera se acercaban a ella con la esperanza de nutrirse de este sabiduría abierta sin mezquindades, solo con el deseo de servir: Maestra de temple, Maestra de empuje, Maestra por sobre todas las cosas, Maestra de todos los días, siempre Maestra. En la noche de este nueve de enero de dos mil doce la Maestra Esther Quijada de González:”antorcha del saber, del cariño y la pureza”, emprendió su vuelo hacia el infinito. Me sentí inmensamente palpado por su afecto, sus consejos envolverán mi alma para siempre, su voz no se suprimirá nunca de mí ser, su palabra estará latente en cada uno de mis actos, su ánimo y amor por nuestra cultura será norte para seguir batallando. MAESTRA ESTHER, tu legajo, tu recuerdo y tu perenne ejemplo, no permitirá jamás que se apague esa antorcha, que dejaste encendida aquí en la tierra, con esa llama que no quema, sino que es portadora de esperanza, de lucha y de constancia por una Nueva Esparta digna de sus hijos. Supiste depositarla en nuestras manos, mente y corazón y te aseguramos que seguirá ardiendo constantemente...hasta siempre, Maestra Esther."  
cronistadediaz@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario