martes, 24 de enero de 2012

25 de enero de 1918, nace Pablito Romero Millán


Pablo de Jesús Romero Millán, nació un día Viernes del vientre de María Concepción  Millán, el 25 de enero del año 1.918; su padre el señor Julián Romero, su tio el Br Pablo Romero González y su abuelo Miguel Romero Moreno
…” Nací un 25 de Enero de 1.918, de un total de ocho hermanos entre naturales y legítimos, en un lugar conocido como El Alambique, sitio que perteneció a mi abuelo Miguel Romero, cursé la educación primaria en la Escuela Francisco Esteban Gómez de La Asunción, estudios que vi interrumpidos porque me enfermé de tétano:  recuerdo que tenía 12 años y no pude continuar por la situación económica de mis padres.
Cheguaco dice de él: “Después se hizo carpintero con su padre y ebanista por cuenta propia. Fue maestro de escuelas públicas y privadas. Se trasladó a Anzoátegui y trabajó carpintería en Cantaura donde tuvo la oportunidad de codearse con lo mas granado de esa tierra de Guevara y Lira y Guevara Carrera; Continuó hacia Los Caños del Orinoco, trabajando y deglutiendo letras. Regresó a Margarita por una circunstancia especial. Volvió a Anzoátegui y en El Tigre se abrazó a la filosofía marxista y se incorporó al movimiento sindical que se gestaba”.
En 1.961 se funda en Margarita la Federación de Centros Culturales del Estado Nueva Esparta (FEDECENE) y en 1.968 participo en la reorganización de los centros culturales que se encontraban en crisis. Además del Comité se integran el Centro Cultural de Los Millanes, Centro Cultural de El Maco y la Sociedad Pro La Guardia; trabajamos en conjunto participando en talleres, seminarios etc.
Pablito fue Presidente de la Casa de la Cultura de Tacarigua, Miembro Ejecutivo de la Federación de Centros Culturales del Estado Nueva Esparta, Miembro activo del Centro Cultural Guevara etc…Recibió de FEDECENE la condecoración Gabriel Bracho Montiel como un promotor cultural de envergadura…...hoy ese mismo Comité de Desarrollo Cultural que, a pocos días de creado lo hizo suyo en lo administrativo y operativo, lleva orgullosamente su nombre.
Un día de esos donde amanece mas temprano, el corazón que tanto había sido reparado, no resistió mas los latidos de un hombre que lo cargaba apurado, con un movimiento uniformemente acelerado; poco a poco se le fue apagando mientras en sus sienes recibía la visita de un frío aterrador. La muerte se le acercó, lo convidó y el se fue con ella un 15 de Octubre de 1.996: sus familiares y amigos no quisieron que sus órganos se llevasen a la Universidad Central de Venezuela donde él quería que lo donasen; Pablito tenía que quedarse con nosotros porque ya, en Tacarigua, es como parte del paisaje: es eterno, es inmenso, es nuestro.

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