Pablo de Jesús Romero Millán, nació un día Viernes del vientre de María Concepción
Millán, el 25 de enero del año 1.918; su padre el señor Julián Romero, su tio
el Br Pablo Romero González y su abuelo Miguel Romero Moreno
…” Nací un 25 de Enero de 1.918, de un total de ocho hermanos
entre naturales y legítimos, en un lugar conocido como El Alambique, sitio que
perteneció a mi abuelo Miguel Romero, cursé la educación primaria en la Escuela
Francisco Esteban Gómez de La Asunción, estudios que vi interrumpidos porque me
enfermé de tétano: recuerdo que tenía 12 años y no pude continuar por la
situación económica de mis padres.
Cheguaco dice de él: “Después
se hizo carpintero con su padre y ebanista por cuenta propia. Fue maestro de
escuelas públicas y privadas. Se trasladó a Anzoátegui y trabajó carpintería en
Cantaura donde tuvo la oportunidad de codearse con lo mas granado de esa tierra
de Guevara y Lira y Guevara Carrera; Continuó hacia Los Caños del Orinoco,
trabajando y deglutiendo letras. Regresó a Margarita por una circunstancia
especial. Volvió a Anzoátegui y en El Tigre se abrazó a la filosofía marxista y
se incorporó al movimiento sindical que se gestaba”.
En 1.961 se funda en Margarita la Federación de Centros
Culturales del Estado Nueva Esparta (FEDECENE) y en 1.968 participo en la
reorganización de los centros culturales que se encontraban en crisis. Además
del Comité se integran el Centro Cultural de Los Millanes, Centro Cultural de
El Maco y la Sociedad Pro La Guardia; trabajamos en conjunto participando en
talleres, seminarios etc.
Pablito fue Presidente de la Casa de la Cultura de Tacarigua,
Miembro Ejecutivo de la Federación de Centros Culturales del Estado Nueva
Esparta, Miembro activo del Centro Cultural Guevara etc…Recibió de FEDECENE la
condecoración Gabriel Bracho Montiel como un promotor cultural de
envergadura…...hoy ese mismo Comité de Desarrollo Cultural que, a pocos días de
creado lo hizo suyo en lo administrativo y operativo, lleva orgullosamente su
nombre.
Un día de esos donde amanece mas temprano, el corazón que tanto
había sido reparado, no resistió mas los latidos de un hombre que lo cargaba
apurado, con un movimiento uniformemente acelerado; poco a poco se le fue
apagando mientras en sus sienes recibía la visita de un frío aterrador. La
muerte se le acercó, lo convidó y el se fue con ella un 15 de Octubre de 1.996:
sus familiares y amigos no quisieron que sus órganos se llevasen a la
Universidad Central de Venezuela donde él quería que lo donasen; Pablito tenía
que quedarse con nosotros porque ya, en Tacarigua, es como parte del paisaje:
es eterno, es inmenso, es nuestro.
TOMADO DE: http://www.cheguaco.org
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