jueves, 2 de febrero de 2012

3 de febrero de 1935, nace la maestra Esther Quijada de González


MAESTRA ESTHER QUIJADA DE GONZÁLEZ
Heraclio Narváez
Los amantísimos compañeros Ramón Quijada Salazar y Ana Gómez de Quijada, naturales y vecinos  de Los Hatos o Altagracia y de Santa Ana del Norte respectivamente, unieron sus vidas en los tiempos de la Margarita de ayer: plena de  quietud, amor y esperanza. En esta entrega existencial procrearon a Carmen Dolores, Esther María, Ana Teresa, Sabas Ramón, Godofredo Ramón, Felimón José y  Jesús Ramón Marcano, en claro testimonio de infinita bondad y amor. Ramón Quijada Salazar, padre ejemplar, margariteño integral, solidario,  músico excelente. Ana Gómez de Quijada, formada en la fe cristiana, le decían la maestra del pueblo, pues enseñó primeras letras y religión a los niños y niñas de  Altagracia e impregnaron a sus hijos valores ciudadanos y  normas de conducta. Sus hijas Carmen Dolores, Esther María y Ana Teresa también fueron educadas en la fe y formadas en colegios de religiosas. Carmen Dolores y Ana Teresa en el Colegio Nuestra Señora del Valle y Esther María en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación en Caracas y Barcelona. Esther María Quijada de González recibe el título de Maestra Normalista en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación. La Maestra Esther, como se le conocerá desde este momento,  casa con Alejandro González  González, de cuya unión procrearon a Esther, quien estudio derecho, pero el arte culinario enamoró y le ha permitido ganar premios nacionales; Alejandro, próspero comerciante y  Coromoto,  profesional de la Administración. La maestra Esther dedicó toda su vida al trabajo creador, al estudio, a la docencia, a la investigación, a la crónica, a la promoción social, cultural y de la identidad, a difundir testimonios de fe.  Prueba fehaciente de su quehacer la dan sus alumnos de la Escuela Básica “Antonio Díaz”, quienes en diferentes épocas convivieron y disfrutaron de sus enseñanzas y aprendizajes y con quienes compartió educación, música, canto, poesía y danza impregnados de amor maternal.  Desempeños que le permitieron recibir  los más altos reconocimientos nacionales y regionales. La maestra Esther María Quijada de González siempre fue una mujer activa, consecuente, vertical, apegada a las normas de convivencia ciudadana, creyente, solidaria, madre amorosa, esposa fiel, amiga incondicional. Sus familiares aseguran que heredó la inteligencia y la inclinación a la música  de Ramón Quijada y  el amor, la bondad y la fe de Ana Gómez de Quijada. La vida de la maestra Esther Quijada de González se convirtió en un apostolado, fue una servidora pública eficiente, paciente,  culta, instruida, perseverante, amorosa, responsable; que hizo suya las palabras del distinguido educador Juan Vicente González:   “Recordémoslo bien, la educación no consiste solamente en adornar la memoria e ilustrar el entendimiento; ella debe sobre todo dirigir la voluntad”.  Ana Teresa,  Esther, Alejandro, Coromoto, Gregorio José, Carol Yemina, Lloyd, Aisha Penélope, Victor Alejandro, Maureen, Jesús Alejandro, Chantal Gabriela, Salomé Alejandra, sobrinas y sobrinos, cuñadas y cuñados. La maestra Esther Quijada de González deja a su familia un legado preciosísimo: educadora, cronista oficial, historiadora, escritora, locutora, gremialista de la crónica, delegada de comunicación diocesana, que resume una vida de entrega dedicada a la educación de la ciudadanía y a la promoción de los más altos valores del ser humano. ¡Un modelo a seguir por las  generaciones presentes y futuras.

1 comentario:

  1. Que bien que aun recordemos a ese ser excepcional de la maestra de maestra Esther Quijada de Gonzalez..... mujer despojada de revanchismos estériles y con plena entrega a la cronología de todos los tiempos de su isla robinsoniana...tomaremos para la 11va edición de la revista MaTiCeS parte de este testimonial...esperamos no ofender susceptibilidades...ya que, se nos sitúa, como "enemigos silentes" de la cultura neoespartana.

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